Tras la Senda del Cobre Atacameño. La Historia Minera de San José de El Abra

"Tras la Senda del Cobre Atacameño. La Historia Minera de San José de El Abra", es una publicación lanzada en 2008, cuyo material se desprende de una investigación del Prof. Diego Salazar y colaboradores, que comenzó en 1999 y resume los primeros diez años de investigación en las localidades del Norte Grande, Conchi Viejo y San José de El Abra, II Región, la cual fue financiada por la minera SCM El Abra.

La investigación, arqueológica, histórica y antropológica, encabezada por el Prof. Salazar, arquéologo y académico del Departamento de Antropología de FACSO, reconstruye la historia minera de estas dos localidades, trazando un relato sobre la búsqueda de su historia natural, describiendo sus cambios en su paisaje, sus primeros habitantes, cazadores recolectores que luego pasaron a ser los primeros agricultores-pastores de la antigua Atacama.

Asimismo, se integra la historia de los primeros aldeanos del período Formativo (entre 1500 a.C. y 500 d.C) que entre sus actividades secundarias se incluía la minería, destinada a rituales y la elaboración de adornos, pues las herramientas se elaboraban de piedra, madera o huesos. Sin embargo, poco a poco la actividad minera fue incrementándose y de acuerdo a esta investigación, el ciclo del cobre se habría iniciado en el Desierto de Atacama, pues las mismas minas que explotaron los indígenas de la zona, siguen en explotación hoy más de dos mil años después.

El auge de la minería y metalurgia en Atacama se desarrolló con el surgimiento del Imperio Tiwanaku, el cual incentivó "una suerte de especialización regional en el trabajo minero-metalúrgico, a partir de la cual los atacameños se dedicaban mayormente a la minería del cobre y a la metalurgia extractiva". La publicación continúa con las transformaciones posteriores ocurridas en los siguientes períodos, como la influencia de la dominación Inca, la Atacama colonial y el despertar de Conchi Viejo y el imperio silencioso del pirquinero.

Una historia que se despliega firme hasta nuestros días: "Y hoy, nuevamente, los mineros congregados en torno a la misma actividad milenaria, debiendo respetar obedientemente las mismas etapas productivas que cumplieron los mineros indígenas, coloniales y pirquineros. El minero actual es tan solo otro eslabón en esta historia que aún no termina de escribirse y que solo podrá culminar cuando el último minero se despida para siempre de estos cerros milagrosos".