Entrevista a decano FACSO, Marcelo Arnold, sobre el estado actual de las ciencias sociales latinoamericanas:

'América Latina no es una realidad de contornos rígidos, es resultado de un proceso en construcción y deconstrucción'

'Desde América Latina se puede mirar el mundo de una manera distinta'

Desde el año 2008, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Prof. Marcelo Arnold, ha participado en actividades académicas en diversas y destacadas universidades de Latinoamérica como parte de una política de internacionalización de las ciencias sociales nacionales. México, Brasil, Perú y Argentina -entre otros- son países con los cuales Chile ha potenciado su presencia, proceso que se consolidará con el Congreso ALAS 2013, que tendrá como sede oficial a Chile y en el que se han recibido más de 6 mil propuestas de ponencias. 

A través de esta entrevista la autoridad máxima de las ciencias sociales en la Universidad de Chile, quien es también vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS), comenta el panorama de las ciencias sociales nacionales, como también las particularidades que tiene el desarrollo latinoamericano de estas disciplinas.

La profesionalización de las ciencias sociales

¿Cómo es conocida la ciencia social chilena en el contexto latinoamericano?

La presencia internacional de las ciencias sociales chilenas es escasa, pero no hay motivo para que esta situación persista. Se esta produciendo mucho conocimiento y es necesario que se valide regionalmente. Los pasos que hemos dado desde la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile ‒y que forman parte de nuestra política desde el año 2006‒ han pretendido revertir esta situación. En ese sentido, nuestra presencia abre camino para que otros académicos y centros nacionales vayan estableciendo vinculaciones donde se reconozca la presencia de las ciencias sociales chilenas, revitalizadas y con mucha diversidad.

Se dice generalmente que hubo un corte, una interrupción, en el desarrollo de las ciencias sociales nacionales.

Ciertamente, a nivel internacional lo que más se conoce de la tradición de las ciencias sociales chilenas corresponde a sus producciones de la década de los 60 y 70. Destaca especialmente la obra de nuestro recordado profesor Enzo Faletto y todo lo que es la teoría de la dependencia. También sobre el impacto de académicos que a consecuencia del golpe militar del 73 fueron acogidos en universidades latinoamericanas, como Pedro Cunill, geógrafo humano de gran prestigio, o Hugo Zemelman, epistemólogo que reside en México, entre otros académicos de la Universidad de Chile. Pero, en general, después del golpe militar del 73, tenemos una escasa presencia en Latinoamérica. Es ante este escenario que, como Facultad de Ciencias Sociales, decidimos reposicionarnos a nivel latinoamericano. Mi presencia, o la de otros colegas que son invitados a dictar conferencias o a participar en congresos van encaminadas en esa dirección. Creo que en estos años hemos avanzado. Un ejemplo de ello es el reconocimiento de la comunidad latinoamericana de ciencias sociales cuando nos extendió en Recife la responsabilidad de organizar el XXIX Congreso Latinoamericano de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS 2013). Este Congreso tiene una amplia y reconocida trayectoria, y el que se realizará en nuestro país es hasta el momento el más grande que ha realizado la Asociación, y probablemente uno de los eventos disciplinarios de mayor envergadura  en el mundo.

¿Por qué?

Porque se han presentado más de seis mil doscientas ponencias y más de cien paneles temáticos. Ello no solamente ha superado nuestras expectativas, además nos coloca ante una enorme tarea para cumplir las de quienes quieren asistir al Congreso.

¿Y ese aumento a qué se podría atribuir? Porque hay un crecimiento notorio en comparación con encuentros anteriores.

En parte este crecimiento se debe a los esfuerzos que hemos realizado por integrarnos a otras comunidades internacionales, los vínculos que se han hecho y las visitas que nosotros hemos convocado para que nos conozcan. Recuerdo como el cuerpo directivo de la Facultad compartió con el decano de la UBA, de la facultad de ciencias sociales probablemente más grande del mundo, pero también hemos participado últimamente en actividades relacionadas con el Congreso en muchos centros universitarios en México y Brasil, especialmente. Por otro lado, los colegas chilenos, no solo de nuestra Facultad, se han animado entusiastamente a integrarse. Yo diría que se ha abierto un camino y ello ha sido respaldado con reconocimiento y apoyo desde todas partes de la región y del país.

¿Y ese liderazgo desde qué posicionamiento teórico se consigue? Me imagino que mostrando una complejidad de perspectivas. Pero, además, ¿cómo  caracteriza  Latinoamérica el desarrollo de pensamiento de ciencias sociales en Chile?

La visión latinoamericana de qué es lo que se hace en Chile en ciencias sociales se resume en lo siguiente: se estima que Chile tiene una academia sólida y bastante heterogénea. Como se dice, hay de "todo" y no hay ningún campo que se imponga al resto. Se reconoce una diversidad de teorías y de estudios aplicados en diversos ámbitos, con múltiples especializaciones temáticas, muchas de ellas reflejadas en la diversidad de mesas organizadas para el Congreso. Por otra parte, hay también una suerte de estereotipo o prejuicio de que las ciencias sociales en Chile son muy profesionales. Personalmente encuentro que esta percepción es más bien positiva, pues no puede haber una sociología crítica, o científica, sin una sociología profesional bien asentada.

Si uno lo pudiera resumir en un concepto sencillo, se piensa que lo que se hace es serio ‒lo que no significa que en otras partes no lo sea‒; se destaca que estamos en un buen nivel de producción internacional y con comunidades renovadas, pujantes y entusiastas. Últimamente es muy apreciada la capacidad de generar redes vinculantes entre las diferentes comunidades académicas nacionales. Nuestro congreso ALAS 2013, por ejemplo, está patrocinado por casi todos los departamentos de sociología de las universidades chilenas. En esa dirección, nuestra Facultad, a través de su Departamento de Sociología, desde el tiempo que su director fue el profesor Claudio Duarte, dio un enorme paso al promover una amplia e inclusiva red de escuelas de sociología (SOCIORED). Hoy esa tarea está en manos del profesor Milton Vidal, actual director de la Escuela de Sociología de la Universidad Academia Humanismo Cristiano.

Esto no es Europa

¿Qué mensaje podría dejar el próximo Congreso ALAS en Santiago?

Queremos integrar fructíferamente visiones locales con perspectivas globales. Hacemos nuestra la invitación del Dr. Paulo Henrique Martins, actual Presidente de ALAS, cuando nos convoca a construir una región del conocimiento, inserta en el mundo global, que se caracterice por la producción de campos críticos no hegemónicos, pero promoviendo una integración creativa de la sociología clásica y la contemporánea. En suma, que evita caer en las inconsistencias y errores de un universalismo eurocentrado, pero sin sucumbir en un particularismo relativista y descontextualizado.

Lo que sucede es que mientras más conocemos, menos podemos considerar en forma aislada nuestros objetos de interés, y la modernidad europea tampoco puede desentenderse de que surge desde su traumático encuentro con un "nuevo mundo", como señala Enrique Dussel. Tampoco parece tener fundamento suponer que las explicaciones acerca de la sociedad, sus problemas, cambios o evolución tengan que hacerse desde algunos países o regiones; ni que la condición latinoamericana o la de la modernidad europea estén contenidas en sus límites. En el actual contexto de globalización, no puede reducirse la sociedad a una de sus manifestaciones; tampoco es razonable ofrecer una comprensión sociológica de América Latina prescindiendo de sus vinculaciones con otras regiones. De hecho, el pensamiento latinoamericano tampoco es patrimonio de ningún país de la región en particular. Más aun, aplicarse en desarrollar conocimientos sobre la sociedad de manera aislada lleva a descuidar el hecho de que procesos representados como contradictorios a nivel local o micro, son complementarios o paradójicos a nivel global o macro.

También imagino que hay algún nivel tensional con lógicas europeas, norteamericanas, o sea, se trata de que Latinoamérica también está en un estado particular dentro de una crisis global.

Latinoamérica designa una unidad dentro de una multiplicidad. Argentina, Brasil, México, Honduras o Ecuador, se aprecian como una comunidad, pero muchas veces perdemos de vista su complejidad (diversidad). Chile tiene un neoliberalismo instalado y podemos observar esa situación, lo que nos trajo, lo que no nos trajo, y hacer una reflexión crítica de eso, comparar procesos equivalentes, por ejemplo con Argentina, Uruguay o Brasil, donde las dictaduras militares no dejaron tal impronta. Otros países como Venezuela, Ecuador o Bolivia han producido formas sociales y económicas en las que la política tiene mucha fuerza, y en el plano cultural, la heterogeneidad y presencia de sus pueblos originarios es más evidente. Lo interesante es que desde esos escenarios se pueda pensar la identidad latinoamericana. América Latina no es un hecho, no es una realidad de contornos rígidos, es resultado de procesos en permanente construcción y deconstrucción. Esto no es Europa, nuestras diversidades y dinamismos son muy diferentes.

"En Latinoamérica una marcha juvenil puede derribar un ministro."

¿Y qué líneas considera usted que hay que fortalecer respecto de las ciencias sociales a nivel latinoamericano y pensando también en Chile, en esta idea del futuro de las ciencias sociales?

Yo diría que las líneas que deberían fortalecerse dependen del desarrollo global de la disciplina, considerando aquellas que tienen algún grado de debilidad o estados incipientes de desarrollo. América Latina puede aportar a las ciencias sociales a partir del estudio de los movimientos sociales, o de la generación de formas de organización y de vinculaciones sociales no tradicionales en un contexto pre-moderno, moderno o posmoderno, como queramos llamarle. También sobre formas de articulación política que no obedecen a una institucionalidad típica eurocéntrica. Por ejemplo, las movilizaciones sociales, el uso de la calle como recurso político, son fenómenos muy latinoamericanos; la toma de las universidades o liceos son formas que desde el punto de vista de una lógica eurocéntrica se ven como puro caos, desorden, o como una peculiaridad cultural. Aunque estas formas tienen presencia en las barriadas de Londres o de París, pero no el mismo impacto político.

Claro, pero esto se  da menos porque el Estado quizás administra y escucha "mejor" las demandas sociales.

Probablemente, o sencillamente no las incorpora: en las barriadas de París pueden incendiarse 200 autos en una noche, ocurrir graves incidentes, pero el "sistema" no integra ese tipo de expresiones en su lógica política. En cambio, en Latinoamérica una marcha juvenil puede derribar un ministro, ser titular en todos los diarios y sus líderes ser convocados al congreso, es decir, se integra efectivamente en la comunicación política. Estos fenómenos que se dan frecuentemente en Latinoamérica no se encuentran en los textos de sociología.

Volviendo a la pregunta anterior, nos interesa fomentar estudios de amplio alcance que aborden la globalización y sus actuales formas hegemónicas de subordinación de países e identidades locales; la revitalización de las diversidades sociales y culturales; el resguardo de la subjetividad, memoria y patrimonio nacional; los efectos de las actuales crisis financieras en la seguridad social; las nuevas y crecientes desigualdades y exclusiones sociales; la devastación de los recursos medioambientales y el calentamiento global; la extendida violencia, inseguridad y maltrato en las grandes ciudades; las múltiples formas de corrupción; los acelerados cambios en la composición etaria de la población; el repliegue de los estados, la desprotección y el individualismo; las modificaciones de las pautas afectivas, sexuales y de género; los nuevos movimientos sociales y la emergencia de las redes sociales globales; la transformación de la impaciencia ciudadana en indignación o los desafíos de gobernabilidad internacional, entre otros muchos temas. Todos ellos se despliegan en el mundo contemporáneo, no son patrimonio de un país o región, aunque, por supuesto, sus énfasis varían. Por ejemplo, en Latinoamérica puede producirse mucha reflexión disciplinaria sobre crisis y emergencias sociales (tema central del XXIX Congreso de la ALAS) relacionada con contextos de rápido crecimiento económico que mantienen enormes desigualdades sociales.

Una convivencia también cruzada por la multiculturalidad la violencia, la obligación y muchas veces también la indiferencia.

Obviamente, por supuesto en Latinoamérica no hay una convivencia feliz, hay una convivencia conflictuada, pero es una convivencia en definitiva. En cambio, en naciones más asentadas, en países más tradicionales, la convivencia existente se podría indicar como una convivencia por indiferencia, hay menos roce.

Un punto que me interesa -yo trabajo temas de teoría y complejidad social- es que desde América Latina se puede mirar el mundo global, observarlo de una perspectiva en la cual no ha sido mirado. Para nosotros no es extraño que venga un sociólogo, un antropólogo, un psicólogo social, un cientista político a estudiar los movimientos sociales latinoamericanos, todos decimos "sí, es obvio". Pero que un sociólogo peruano diga que estudiará los movimientos sociales europeos, los conflictos urbanos de las grandes ciudades europeas, ¿cómo lo mirarían? Claramente como algo no obvio, como algo raro. Para el paradigma de las ciencias sociales del Norte (que muchos acá comparten o se someten) nuestra mirada global no es imaginable, menos sus aportes. Pero, insistimos, en el actual contexto de globalización no puede reducirse la sociedad a una de sus manifestaciones; tampoco es razonable ofrecer una comprensión sociológica de América Latina prescindiendo de sus vinculaciones con otras regiones.

Eso me parece un proyecto político y científico radical, porque llega a ser amenazante incluso para esta cultura europea blanca, quienes siempre han tenido el problema de no parecer colonizadores. Justamente esta respuesta investigativa sería un espacio para que sus colonizados se dediquen a observarlos.

Ahora que la sociedad está estrechamente vinculada, existe menos fundamento para esperar que su conocimiento, global o regional, provenga sólo de un lado. La idea es incorporar nuestra visión del mundo y nuestras concepciones sociológicas desde Latinoamérica. Eso es un tema importante, que en el caso de ALAS ha sido considerado: en el Congreso aparece por primera vez un grupo de trabajo dedicado exclusivamente al desarrollo de la Teoría Social (y no solo de pensamiento social latinoamericano) o de sociología económica o de arte. Hablar de marginalidad, hegemonía estadounidense y violencia es obvio, es lo nuestro, pero hablar desde esos grupos de trabajo es novedoso e indicativo de que algo está cambiando.

México y Brasil: dos referentes de las ciencias sociales

¿Según su experiencia uno de los referentes más relevantes en Ciencias Sociales en Latinoamérica sería Brasil?

De todos modos, cuando uno piensa en universidades y concretamente en el campo de las ciencias sociales y piensa en América Latina, la principal referencia es Brasil. No solo porque cuantitativamente son muchos, sino también por el grado de desarrollo de sus ciencias sociales, las que tienen ciertas características parecidas a las chilenas -como una alta heterogeneidad disciplinar- en el sentido de cubrir un abanico amplio en el ejercicio de las ciencias sociales. Poseen muchos centros universitarios y también redes de solidaridad dentro de los gremios académicos. También Brasil tiene un carácter bastante profesional en relación con el contexto latinoamericano. Cuando asumí como Decano, lo primero que planteé fue la necesidad de establecer lazos con las universidades brasileñas, incluso promover que se enseñe portugués en la Facultad. Eso no avanzó mucho, pero sin duda estamos en esa senda.

Y eso a pesar de que sus realidades puedan parecer tan distintas.

Es que en el campo académico hay desarrollos parecidos. También Brasil pasó por una dictadura militar que produjo una intensa ruptura en las ciencias sociales, pero el Estado, allá más que lo que ha sucedido acá, se preocupó de restablecer su responsabilidad con las universidades públicas. Nosotros no lo hemos logrado, pero nuestra universidad ha sido persistente en tal demanda.

¿Y otros de los referentes latinoamericanos, por ejemplo, en construcción de ciencias sociales como país?

Siempre va a ser México un país muy importante para nosotros, dado su peso histórico en el desarrollo de las ciencias sociales regionales (en antropología, por ejemplo).

La relación entre el Estado y la academia de ciencias sociales es más bien invisible en Chile. ¿Existe una presencia o mayor participación gubernamental en las actividades académicas de otros países del continente?

Una relación más estrecha entre el Estado y la academia ocurre, principalmente, en México, en parte en Argentina, Venezuela y en los países centroamericanos, aunque estos últimos tienen comunidades más pequeñas. En ellos uno puede encontrarse en alguna conferencia u otros eventos académicos con la presencia habitual de autoridades políticas.

Ahora, esta vinculación tiene su lado bueno y un lado no tan bueno. La intervención de la autoridad política en las universidades públicas es muy alta. En las universidades chilenas afortunadamente es baja. Como dice nuestro Rector, el profesor Víctor Pérez, nuestro "dueño" no nos cuida, pero, por otra parte, esta indiferencia nos legitima para asumir posturas críticas ante decisiones del Estado y de los gobernantes. En otros países eso no es tan fácil. En muchos, la intervención del Estado (muy influida por los organismos internacionales y sus modelos de crecimiento económico) es muy resistida por las universidades que quieren mantener una alta autonomía, y muy interesada por parte del Estado que les aporta recursos y quiere saber cómo se manejan o, incluso, controlarlos. Este tema es un desafío para la región, donde debemos precavernos de someternos también a modelos globales de producción de conocimientos de cuya construcción no hemos formado parte. Por eso, debemos buscar caminos que permitan que nuestras universidades estatales sean potenciadas y las disciplinas que desarrollamos fortalecidas, pero manteniendo la autonomía y la pertinencia. Esto es crucial para contar con espacios académicos que permitan la reflexión académica y el análisis crítico que constituye nuestro ethos. Sería deseable que nuestra Facultad y nuestra participación en ALAS fuera reconocida por ello.

Últimas noticias

28 de Junio: Conmemoración y reflexión sobre Día del Orgullo LGBTQINBQ+ y visibilización de las disidencias.

28 de Junio: Conmemoración del Día del Orgullo LGBTQINBQ+

En 1969, ocurrieron los disturbios de Stonewall, donde la comunidad LGBTQINBQ+ de Nueva York se reveló contra la brutalidad y discriminación policial. A más de cinco décadas de ese hito, académicas e investigadoras del Núcleo Diversidad y Género: Abordajes Feministas Intersecciones del Departamento de Trabajo Social de nuestra facultad, analizan este hecho político y manifiestan también sus aprehensiones sobre la expansión de movimientos conversadores en el mundo, fenómeno del cual nuestro país no está ajeno.

La realidad y sentido social de las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de cara al futuro.

La realidad y sentido social de las HACS de cara al futuro

¿Cómo se encuentra el quehacer e impacto que tienen las Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (ACHS)? es una de las preguntas cuya respuesta busca visibilizar la Primera Radiografía de HACS, a cargo del Ministerio de Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, con datos y evidencias sobre su realidad actual y las contribuciones de este amplio conjunto de disciplinas para el diseño de soluciones eficaces, responsables y sostenibles frente a los actuales desafíos que enfrenta nuestro país. Durante su presentación participaron la ministra Aisén Etcheverry y la subsecretaria, Carolina Gainza, expuso la decana Teresa Matus.

La primera en el año y la segunda en dos años: Facultad abre las puertas a estudiantes de Educación Media con su Feria de Admisión.

Feria de Admisión 2025 FACSO UChile cerró con éxito

Más de 50 estudiantes y visitantes llegaron hasta la Facultad de Cs. Sociales para conocer sobre sus cinco carreras profesionales que se preparan para la Admisión 2025: Antropología, Sociología, Psicología, Ped. Educación Parvularia y Trabajo Social. Todo en un encuentro marcado por la información, exposición, interacción pero también por el dinamismo y diversión, realizado el pasado 29 de Mayo 2024. A continuación, impresiones de parte de sus asistentes que disfrutaron y agradecieron enormemente el espacio.

El mapuzungun y su revitalización fueron tratados con jóvenes y sabios mapuche en curso de Extensión.

El mapuzungun y su revitalización fueron tratados con jóvenes y sabios

Revitalizar la lengua del mapuzungun, la cultura de pueblos originarios y preservar su rico e importante legado oral, es lo que ha promovido el Curso Básico de Mapuzungun de Extensión, desarrollado de manera conjunta por el Depto. de Educación, la unidad de Educación Continua de la Facultad de Cs. Sociales de la U. de Chile y la CONADI, coordinado por la académica del Depto. de Educación, Fabiola Maldonado. Con una ceremonia celebrada en la Cas a Central de la U. de Chile se dio término a este exitoso curso el pasado 30 de Abril, con miras a seguir construyendo caminos de respeto, valoración y promoción de la lengua y cultura mapuche.