Día Internacional de la Mujer

Análisis Facso: Una revisión de las políticas públicas hacia la mujer

Análisis Facso: Una revisión de las políticas públicas hacia la mujer

Este martes 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer,  fecha para recordar las demandas laborares y la lucha que han liderado las mujeres en pos de la equidad. Discriminación, desigualdad, invisibilidad, violencia  y roles impuestos históricamente, han marcado la presencia de la mujer en Chile y en el mundo. Para conmemorar este día, ocho académicas de la Facultad de Ciencias Sociales analizan, desde la antropología, la psicología, la sociología y la educación parvularia y básica inicial, los distintos avances y temas pendientes en el país en materia de este género.

La mujer como cuerpo sexual y reproductivo

La mujer ha sido socialmente reducida al papel de madre. Es ella la que da a luz, la que habitualmente cría, acompaña en el proceso educativo, cuida y asiste a los hijos; y las políticas públicas han apuntado en la misma línea. Para la académica del Departamento de Antropología, Prof. María Elena Acuña “las políticas públicas le han fijado a la mujer una identidad de madre”, legitimando desde este rol sus derechos. “En tanto madre, por ejemplo tienes derechos como jefa de hogar, tienes subvenciones específicas, tienes derechos sexuales y reproductivos; pero en el fondo todas las políticas públicas han puesto en el centro el mejoramiento de las familias”, argumenta Acuña.

Para la investigadora del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (CIEG) y académica del Departamento de Antropología, Prof. Carolina Franch, la estructura familiar chilena sigue reforzando la idea de “mujer igual madre”, pese a la negación de lo femenino. Franch  explica que, por ejemplo en los Centros de Padres y Apoderados “el título mismo niega lo femenino, pero sí se espera que quienes vayan a esa reunión sean las madres (…) el cuidado y la crianza se asume como tarea de las mujeres, reforzando la díada mujer igual madre y promoviendo el mismo discurso social”.

Pero la mujer no sólo es vista socialmente en su función reproductiva, sino que también como cuerpo sexual. La  Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile y académica del Departamento de Antropología de Facso, Prof. Sonia Montecino explica que “los modelos que se presentan son de mujeres objetos y no mujeres sujetos. Mujeres que se hacen la cirugía plástica para satisfacer determinado tipo de deseos masculinos. Y así lo refuerzan los medios de comunicación también”.

El Postnatal ¿un proyecto de ley hacia las mujeres?

El proyecto de ley del gobierno del presidente Sebastián Piñera, plantea incrementar el postnatal en 12 semanas adicionales, extensivo también para mujeres que adopten y con la posibilidad de transferir voluntariamente  hasta 6 semanas al padre. La Ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Carolina Schmidt, ha declarado en prensa que este es “un gran salto en los derechos de nuestras mujeres” (Fuente SERNAM).

Si bien el aumento de la relación entre el hijo y su progenitora es importante en términos de su desarrollo, ya que “en estos primeros meses se construyen la confianzas que marcarán la vida del niño”, como explica la académica del Departamento de Educación, Prof. Astrid Lecaros; no se puede considerar una política pública exclusiva hacia las mujeres. Así lo explica la Prof. Irma Palma del Departamento de Psicología y directora del Programa de Aprendizaje en Sexualidad y Afectividad (PASA): “Esto es nuevo en la sociedad chilena, porque se encuentran en un mismo diseño los campos de la política social, de salud, de la niñez, de género, del trabajo y de la política familiar”. “Sin embargo, remite fuertemente a la política de la niñez, porque aseguraría el derecho de los niños a recibir un cuidado de calidad en un momento de la vida de mayor fragilidad"

Por ejemplo, en tanto política social hay que cuestionarse las brechas de pobreza entre hombres y mujeres y entre las mismas mujeres. En cuanto a género, aparecen también todas las brechas referidas a remuneración, ingreso laboral y diferencias educacionales entre hombres y mujeres”, señaló la Palma. Sin embargo, “no es una política sólo de género, porque el argumento central está puesto en la necesidad y el derecho del niño en disponer de una madre por mayor cantidad de tiempo en un período crucial de sus vidas”, agregó.

Para la Prof. Silvia Lamadrid, académica del Departamento de Sociología y Coordinadora del Núcleo Género y Sociedad "Julieta Kirkwood", el proyecto no responde necesariamente a demandas de las mujeres, sino que tiene raíces económicas. En entrevistas pasadas Lamadrid ha explicado que el origen de la extensión del postnatal radica en una propuesta de los médicos “cuando las Isapres cuestionaron el aumento de los permisos para cuidar al niño menor de un año después del postnatal" (Fuente FACSO).

El ejecutivo ha propuesto que este  subsidio sea financiado por el Estado, cubriendo hasta un tope de 30 UF mensuales, equivalentes hoy a $645.780, sin embargo la profesora Lamdrid argumenta que el mayor problema de la propuesta es que no explicita cómo se va a hacer extensivo a las mujeres trabajadoras sin contrato o con contratos temporales”. “Por otra parte, aunque no lo financien los empleadores, significa que deben estar dispuestos, si contratan a mujeres en edad reproductiva, a tener que reemplazarlas durante ocho meses cada vez que se embaracen. En ese sentido, creo que no promueve el empleo femenino”, agregó.

La académica del Departamento de Antropología, Prof. Michelle Sadler, plantea una línea similar al señalar que “no es una política aislada, sino que tiene muchos sectores”, pero en el proyecto “se sigue discriminando, porque es la mujer quien, por ejemplo en el caso del postnatal, debe obligatoriamente tomarse estos seis meses, en cambio el padre puede optar”, señaló. En tanto, la profesora María Elena Acuña plantea que “debemos como sociedad avanzar en los derechos de las familias, ya que son legítimos, pero eso no constituye necesariamente la única posibilidad de derechos para las mujeres.”

La deuda pendiente

Sin duda, los años noventa se caracterizaron por esfuerzos en promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. La creación del Servicio Nacional de la Mujer marca un hito, en cuanto a la creación de un organismo gubernamental dedicado al estudio y propuesta de medidas para que la mujer goce de igualdad de derechos y oportunidades. Para la profesora del Departamento de Antropología e investigadora del CIEG, Isabel Pemjean, “hubo un primer impulso en posicionar el tema, de hacer que fuera algo relevante, pero ya es una etapa que se quedó corta.”
 
“Hoy en día lo que hace falta es no pensar que las políticas de acción positiva son la solución del problema. Son sólo un parche, mientras se solucionan los problemas de fondo”, planteó la profesora Pemjean.  “Por ejemplo, es más relevante que madres y  padres se hagan cargo por igual de sus hijos, porque necesitamos que los niños tengan un mejor desarrollo y crianza para poder construir una sociedad mejor, que el hecho de que las mujeres cuenten con tiempo suficiente para amamantar  ”, propuso.

Es así como lo han pensado países como Noruega, por ejemplo en el caso del postnatal, en tanto que los progenitores noruegos tienen derecho a permiso por baja maternal pagada durante el primer año de vida del menor, con una cuota reservada para padres de 10 semanas del período de la licencia post-parto. Sin embargo en Chile las políticas públicas “aún se centran en solucionar necesidades prácticas, pero que no cambian la ideología de género”, señaló la profesora Michelle Sadler. “Faltan políticas culturales y transversales que apunten a la deconstrucción de la idea de que la mujer en tanto madre debe criar solamente, sino que también el padre tiene derechos de participar en el hogar, involucrarse afectivamente y participar en la educación de los hijos”, agregó.

La académica del Departamento de Educación, Prof. Astrid Lecaros, plantea que “en la relación que debería tener el niño con sus progenitores seria lo óptimo que esto pudiera ser trabajado con ambos padres.” Sin embargo explica que dada nuestra sociedad “primero habría que derribar paradigmas como el del padre proveedor y preocuparse de dejar de lado los roles asignados por la sociedad.”

Finalmente, y con respecto a las relaciones hombre-mujer, la académica Carolina Franch, plantea que “no basta con que la mujer esté bien sólo en el sistema de trabajo, porque también existe un sistema de trabajo en el hogar en donde se hacen más patente las relaciones de subordinación y dominación (…) Es necesario pensar nuevas construcciones de sujetos masculinos y femeninos”. En la misma línea la profesora Sonia Montecino plantea que “cuando pensamos en políticas de género no sólo pensamos en cambiar la posición de una pura parte”. “Hay que hacer políticas culturales, porque estas relaciones tienen que ver con cómo construimos lo privado, lo doméstico y la socialización de niños. Si no se cambia la crianza y lenguaje difícilmente va a haber un cambio”, concluyó.

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