A través de investigación de Prof. Mónica Llana

Departamento de Educación contribuye a la actualización de la Política de Convivencia Escolar

Depto. de Educación trabaja en Convivencia Escolar con MINEDUC

En una actividad realizada en Casa Central, las investigadoras, Marcela Morales y María Elena Ahumada comentaron los resultados obtenidos en el Estudio de Evaluación de la Política de Convivencia Escolar del Mineduc. Investigación en la que buscaron conocer las formas en la que los distintos actores involucrados en los procesos de convivencia escolar se han apropiado de esta política, es decir, cómo la han vivido y desarrollado en la práctica.

En la instancia desarrollada en la mañana del miércoles 3 de junio estuvo presente la Prof. María Eugenia Horvitz, Directora de Bienestar Estudiantil de la Universidad de Chile; y la Prof. Mónica Llaña, Directora del Departamento de Educación e investigadora principal del estudio. Por parte del Ministerio de Educación hicieron uso de la palabra Ramón Jara, subjefe de la División Educación General del Mineduc, junto a Magdalena Garretón, jefa del Departamento de Educación Extraescolar del Ministerio.

Los resultados del estudio fueron comentados por tres académicos expertos de larga trayectoria y experiencia de la materia, como lo son Ana María Aron, psicóloga y académica de la Pontificia Universidad Católica; Juan Ruz, ex rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y ex jefe del Departamento Extraescolar del Mineduc, desde donde se elaboró hace seis años la política de convivencia escolar. También analizó los resultados emanados de la puesta en marcha de la política pública, Jacqueline Gysling, miembro de la Unidad Currículum del Mineduc.

La Prof. María Eugenia Horvitz, Directora de Bienestar Estudiantil de la Universidad de Chile -una de las instancias que apoyó la realización de esta investigación además del Ministerio de Educación- señaló que "el interés de nuestra Universidad es trabajar por el país y sobre todo por sus políticas públicas. Qué duda cabe que hoy día los problemas de educación son uno de los núcleos más importantes no sólo de lo que debatimos y vivimos, si no que sabemos que el país no podrá cambiar sustancialmente sin un cambio de las políticas educativas."

"En esta sociedad con un contexto cultural muy cambiante, que poco lo conocemos y entendemos. Se han producido cambios con los cuales todavía nos estamos cómodos; esta nueva piel cultural en muchas oportunidades hace crujir las bases mismas de la democracia" sostuvo la Prof. Horvitz. De ahí radicaría el interés en investigar y aportar a políticas públicas que entiendan que la convivencia escolar es un ejercicio para la formación de un espíritu cívico en los jóvenes, comentó la Directora de Bienestar Estudiantil.

 "No sólo hemos encarado este tema desde la investigación, si no también estamos muy preocupados respecto a nuestros estudiantes y hemos realizado muchos estudios cualitativos, tratando de hacer que la Universidad de Chile sea un centro de diálogo (...) Nuestra pretensión es que cuando salgan de esta universidad sean ciudadanos, respeten los derechos humanos, sepan convivir, sepan escuchar, pero sepan decir también porque tampoco queremos, al igual que los resultados del estudio, comunidades escolares del silencio", sostuvo María Eugenia Horvitz.

La Prof. Mónica Llaña destacó cómo el Departamento de Educación ha desarrollado toda una línea de investigación sobre convivencia escolar, aportando al estudio de esa compleja y específica realidad:  "Nuestro aporte ha sido el estudio de la cultura escolar, desde una mirada cualitativa, más allá del hecho, llegar a buscar en el ámbito de los significados, cómo los actores van construyendo desde sus miradas, de sus capitales culturales, desde sus espacios en el sistema estas visiones, esta internalización de sistemas de convivencia".

Entre el público asistente estaban profesionales del Sename, Injuv, Conace, la Asociación de Municipalidades, el Colegio de Profesores, Flacso y Unicef, Consejo Nacional de Asistentes de la Educación; Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados (Andepa), El Centro de Estudios Sociales CIDPA y la Corporación "Caleta Sur", además de personas que trabajan en el contexto escolar. Una vez socializados los resultados del estudio se reunieron en mesas de conversación para entregar sus opiniones y plantear propuestas para renovar esta política pública.

Aprender a convivir

A partir de octubre  de 2008 el Ministerio de Educación inició un proceso participativo de revisión y actualización de la Política de Convivencia Escolar. En este contexto, investigadores e investigadoras del Departamento de Educación realizaron un estudio en el cual se tomó contacto con estudiantes y docentes de la IV, VIII y Región Metropolitana, para captar cómo es percibido el concepto de convivencia escolar entre maestros y alumnos y cómo se ha llevado a la práctica. La investigación fue liderada por la Prof. Mónica Llaña, mientras que Marcela Morales fue la co- investigadora, además participaron Marcelo Pérez, María Elena Ahumada y Fabiola Maldonado, todos académicos del Departamento de Educación y Bélgica Bernales, ayudante de la Prof. Llaña. 

Según lo planteado por la antropóloga Marcela Morales, co - investigadora del estudio, una de las principales fortalezas de esta política pública es que los principios que la inspiran guardan relación con que todos los actores sociales que interactúan en el contexto escolar son sujetos de derecho. A lo que la Prof. María Elena Ahumada agregó "estos principios están poniendo en la discusión la importancia que tienen los derechos humanos. Nuestra construcción democrática está en búsqueda de fortalecer todo lo que es el reconocimiento al derecho de las personas".

La apuesta de esta iniciativa ha sido que aprender a convivir en la escuela y fijar las normas de convivencia mediante procesos participativos es de vital importancia para el pleno desarrollo del ciudadano contemporáneo.

Sin embargo, al entrevistar a profesores y alumnos, los y las investigadores de FACSO constataron que aún no hay un cambio cultural más profundo, y que este debe ocurrir para que el ejercicio democrático se de plenamente en las escuelas. "Nosotros todavía tenemos esa mirada bien conservadora; las profesoras y los niños entrevistados no se dan cuenta de este principio de que la convivencia escolar, tiene que buscar la igualdad de oportunidades", comentó Marcela Morales.

En ese sentido, una de las conclusiones más importantes a las que llegaron estos investigadores fue que todavía existe una brecha entre lo que la política pública expresa y lo que se está llevando a la práctica. Sin embargo se está avanzando y, en ese sentido, fueron muchas las intervenciones que propusieron cómo reforzar este trabajo de modo de no sólo evitar la violencia en las escuelas, sino de cultivar allí un espíritu de resolución alternativa de conflictos.

La participación de la Facultad de Ciencias Sociales a través del Departamento de Educación en la actualización de la política de convivencia escolar es una muestra más de la apuesta estratégica de desarrollar investigación en aquellos aspectos vitales para la vida social del Chile de hoy.

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