Un enriquecedor diálogo se dio en el conversatorio abierto “Movimientos transatlánticos y devenires negros”, realizado el 18 de junio, co-organizado por el Depto. de Antropología con la Dirección de Relaciones Internacionales. En el encuentro, las académicas Pamela Jorquera, del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile; Camilla Agostini, de la Universidad del Estado de Río de Janeiro; y Luciene Dias, de la Universidad Federal de Goiás; compartieron sus investigaciones e intercambiaron reflexiones con estudiantes y asistentes sobre la presencia de afrodescendientes en el continente americano y en la academia.
El conversatorio inició con la exposición de la antropóloga Pamela Jorquera, quien contextualizó el encuentro destacando los resultados de recientes investigaciones sobre afrodescendencia en Chile, y señalando los aportes que estos estudios ofrecen frente a la extendida creencia de que no hubo población africana ni afrodescendientes en el país.
Luego, la arqueóloga Camilla Agostini, académica de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, presentó un recorrido teórico y conceptual sobre el estudio de los quilombos en Brasil, analizando las formas de vida de las personas esclavizadas afrodescendientes a partir del estudio arqueológico de sus vestigios materiales y de las memorias construidas en esos territorios.
La tercera intervención estuvo a cargo de la antropóloga Luciene Dias, de la Universidad Federal de Goiás, quien introdujo el concepto de aquilombamiento como categoría analítica y que busca romper con la idea de los quilombos como fenómeno del pasado. Su propuesta se basa en un llamado a la academia en reivindicar la vigencia de los quilombos como formas contemporáneas y presentes en nuestros días, desde las narrativas dadas por quienes viven hoy estos procesos.
El encuentro concluyó con una ronda de preguntas realizada por estudiantes de los programas de Magíster en Antropología Sociocultural y Arqueología de la Universidad de Chile.
Tras finalizar el conversatorio, las académicas coincidieron en la relevancia de fomentar diálogos transnacionales en torno a la historia, la memoria y las luchas de los pueblos afrodescendientes. Para Pamela Jorquera, impulsar estos espacios es esencial porque “hay temas compartidos que dan cuenta de una experiencia común de dominación, colonización y extracción que vivimos como continente americano. Por una parte, se trata de reconocernos como una región con características compartidas, y por otra, de atender a los contextos locales, pues no podemos obviar que los procesos se construyen en las localidades, y éstas elaboran sus propias formas de resistir”.
En el caso chileno, explicó Jorquera, se ha negado históricamente la afrodescendencia y las raíces africanas. Por tanto, traer estos temas que suelen considerarse periféricos en términos numéricos, y “compartirlos con colegas que los han trabajado en contextos donde su presencia es más visible y de mayor data, nos permite darles visibilidad”.
Desde su experiencia, Camilla Agostini destacó la importancia del evento como oportunidad para ver a “intelectuales negras ocupando la universidad”, y para fortalecer el intercambio entre investigadoras brasileñas de campos afines como la antropología y la arqueología en tierras extranjeras. Subrayó que “fue una oportunidad que Lorena (Sanhueza) y Pamela (Jorquera) visualizaron y nos ofrecieron, y por la que también estoy agradecida”.
Por su parte, Luciene Dias subrayó la importancia de estos encuentros como espacios de comunidad y representación, diciendo lo siguiente: “Nosotras, académicas que investigamos, mujeres negras e indígenas dentro de las universidades, no podemos seguir sintiéndonos solas. Necesitamos hablar y escuchar, pero más aún, necesitamos descubrir que existimos. Este tipo de espacios es importante porque nos permite encontrarnos, y desde ese lugar de confianza, incidir positivamente en la producción de desarrollo del conocimiento, desde los lugares que ocupamos en el mundo”.
Finalmente, se enfatizó el impacto que estas experiencias tienen en la formación académica de estudiantes de posgrado. En palabras de Pamela Jorquera: “Es fundamental que nuestras y nuestros estudiantes participen en estos espacios, porque les permite conocer temas poco explorados pero profundamente relevantes y convocantes, y abordarlos de manera interdisciplinaria desde distintos enfoques de la cultura material y simbólica. No es solo dialogar sobre lo que se dice, sino también encontrar vestigios materiales que respalden estos fundamentos y que contribuyan a derribar mitos”.