Con la creación de la Ley 20.066 de violencia intrafamiliar, se instala un debate público sobre la violencia, hecho que según la antropóloga de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Carolina Franch, marca un hito en nuestra sociedad. Otro cambio importante es la incorporación de la Ley 20.005 que Tipifica y Sanciona el Acoso Sexual, ya que instala otras manifestaciones de violencia en Chile. Sin embargo, aún persisten desafíos pendientes que afloran en este 25 de noviembre cuando se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Actualmente, diversas organizaciones y colectivos feministas hacen que este tema no se esconda, transformando la lucha contra la violencia hacia las mujeres un hecho político, demando atención y preocupación de los gobiernos y de la sociedad civil. Entre ellas destaca el Observatorio Contra el Acoso Callejero, ya que “devela otro tipo de abuso que era inadvertido o ‘sutil’, y las mujeres ya no estamos dispuestas a tolerar estos fenómenos”, comenta la antropóloga María Elena Acuña. Frente a estas situaciones, ocurre que como estrategia para deslegitimar la lucha política, los hombres señalan que los reclamos de las mujeres son exagerados, “la típica retórica o estrategia de la mujer histérica que exagera todo”, añade Franch. Lo que desvía la atención del hecho central, la violencia contra las mujeres es una práctica cultural, y no un problema ni personal, ni individual.
Nuevas formas de violencia
Por otro lado, en el ámbito laboral cuando las mujeres reclaman ante expresiones de acoso se vuelven “sujetos incómodos”, por lo que son despedidas, y es “que aún no existe una conciencia social que permita apoyar a las personas que viven casos similares”, afirma Acuña. Este tipo de problemas que viven las mujeres ya no son personales, pues en este sistema capitalista “hay un modelo económico donde la mujer debe domesticarse, disciplinarse e intervenirse. En ese sentido, la violencia obstétrica es muy coherente con eso pues cuando dejo mi trabajo por el embarazo, trae problemas para mi entorno laboral” señala Carolina Franch. Con la cesárea, en cambio, se garantiza cuándo retornar a las labores habituales. “Entonces se ha ocupado un procedimiento de urgencia más bien para una normalización e intervención del cuerpo de las mujeres”, comenta.
Discusión de temas polémicos
Un tema, cuya discusión en el Parlamento se ha postergado y anunciado por la Presidenta Michelle Bachelet durante el discurso del 21 de mayo, es el aborto. Al respecto, María Elena Acuña, indica: “No creo que una resolución del conflicto vaya a producir de manera automática una sociedad con equidad de género, pero si pienso que el Estado debiera garantizar un aborto gratuito y en condiciones seguras, eso es parte del debate que hay que dar”.
Carolina Franch complementa diciendo que el cuerpo de la mujer no “es un territorio dominado por la mujeres sobre su uso, es más bien el Estado el que lo norma y ejerce control sobre él a través de justamente las cesáreas, control sobre horarios, regímenes de trabajo y cuándo tener hijos, control de natalidad y aborto”. La académica enfatiza y sentencia: “Yo no soy dueña de mi cuerpo y éste incomoda al sistema político, económico y religioso actual”, por lo que la concientización en torno a los derechos de la mujer debiera ser entre hombres y mujeres ante temas de crianza y reproducción, entre otros.