Proyecto coordinado por los Ps .de la Universidad de Chile, Loreto Rodríguez y Rodrigo Mardones

Reconstrucción afectiva en el Cerro las Cañas de Valparaíso

Reconstrucción afectiva en el Cerro las Cañas de Valparaíso

Los daños materiales y emocionales que generó el incendio que sufrieron los habitantes de los cerros de Valparaíso en abril de este año son incalculables. Durante los meses en que se ha realizado la reconstrucción de las viviendas, las familias han tenido además que enfrentar el impacto del siniestro en sus vidas cotidianas. Si bien, la cooperación de los voluntarios y el apoyo del Estado se han focalizado en rearmar los hogares de las personas afectadas, la reparación emocional de la comunidad es una urgencia. Conociendo esta situación un equipo multidisciplinar de académicos, egresados y estudiantes de la Universidad de Chile, han realizado una amplia experiencia de contención emocional para niños, niñas y adolescentes de Valparaíso.

En ese contexto de cooperación y trabajo comunitario, se planteó el desarrollo del proyecto “Reconstrucción afectiva después del incendio: Talleres psicosociales con niñas, niños y adolescentes del Cerro Las Cañas, Valparaíso”, coordinado por Loreto Rodríguez, Psicóloga U. de Chile y Rodrigo Mardones, Psicólogo U. de Chile y alumno del Magíster en Psicología mención Psicología Comunitaria de dicha casa de estudios.

El proyecto, que se realizará gracias a los recursos obtenidos a través del Fondo Bicentenario de Extensión y Vinculación con el Medio de la Universidad de Chile, busca generar espacios que permitan la elaboración emocional, a través de estrategias derivadas de las terapias del arte, con niñas, niños y jóvenes del cerro Las Cañas de Valparaíso, en relación a la vivencia del desastre.

Contención para la infancia y  la adolescencia 

Tal como explica Loreto Rodríguez, “el proyecto busca generar un espacio de contención y reconocimiento del estado emocional, sus recursos personales, fomentando el uso de estrategias de resolución respetuosas y solidarias de niños, niñas y jóvenes, siendo cuidadosos en no generar una revictimización sino que trabajando con las emociones y el proceso vivido”.

Para eso, se realizarán cuatro talleres de contenido expresivo-lúdicos que permitan ampliar el proceso de aprendizaje de los y las infantes en sus experiencias post-emergencias, trabajando con arte-terapia para promover la expresión visual de los/as niños/as y adolescentes, visibilizando sus fortalezas para adquirir herramientas frente a nuevas situaciones de emergencias y promoviendo la sensación de control y contención entre ellos/as.

“Siempre se invisibiliza el dolor de los/as niños/as, por eso el propósito del proyecto es develar el sufrimiento de la infancia para su reconstrucción afectiva”, sostiene Loreto Rodríguez.
Los beneficiados directamente serán niños, niñas y jóvenes que participen de los talleres e intervenciones psicosociales para elaborar emocionalmente la situación de catástrofe experimentada en Valparaíso. Asimismo, se verán beneficiados la comunidad en general del cerro Las Cañas, específicamente las familias de los niños y jóvenes participantes, ya que mediante el proceso de elaboración emocional que lleven a cabo sus hijos impactará en sus calidades de vida.

El equipo multidisciplinar que participará de los talleres está conformado por estudiantes y profesionales de Psicología, Antropología y Arteterapia. El proyecto es patrocinado por el Centro Cultural Las Cañas, el Centro de Investigación en Vulnerabilidades y Desastres Socionaturales (CIVDES) y el Centro de Atención Psicológica (CAPs) FACSO.

En este sentido, el proyecto además busca vincular a los estudiantes de pregrado de la Universidad de Chile con las experiencias de extensión, “así como buscar espacios de práctica para llevar a terreno lo aprendido en el aula y fortalecer el compromiso social de los estudiantes que está directamente relacionado con el perfil de egreso del Departamento de Psicología”, explica Rodrigo Mardones.

El proyecto espera un tener un impacto en el ámbito de la intervención psicosocial post-desastre, en tanto se pretende ayudar en la elaboración de las vivencias emocionales respecto del incendio, promoviendo la identificación y expresión afectiva, así como la promoción de estrategias de contención emocional personales y entre pares, colaborando en el proceso de elaboración y adquisición de herramientas para afrontar la experiencia post-desastre en niños, niñas y adolescentes. Sin embargo, existe además la expectativa de apoyar el fortalecimiento organizacional de la comunidad de Las Cañas, para trabajar próximamente el tema con adultos y voluntarios.

“Uno de los sellos del proyecto es dejar instaladas capacidades de respuesta frente a hechos similares, visualizando los recursos que la comunidad tiene. La atención en crisis apunta principalmente a la solución de lo material, pero después brota la necesidad de ver los aspectos psicosociales asociados al desastre. Por eso que no queremos trabajar por una revictimización sino que a través de una elaboración emocional que entregue herramientas para posibles situaciones similares que se den a futuro”, sostuvo Mardones.

Trabajo avanzado con la comunidad

Este proyecto es posible gracias al diagnóstico que realizó anteriormente el equipo de profesionales de la Universidad de Chile, liderado por la profesora del Departamento de Psicología, Adriana Espinoza, en donde se detectó la necesidad de generar espacios para niños/as y adolescentes de modo de elaborar emocionalmente la situación que estaban viviendo.

En la primera intervención que dio paso al diagnóstico, se trabajó con grupos de niños, mujeres y adultos mayores del cerro Las Cañas. A partir de ésta experiencia se estableció contacto con el centro comunitario del lugar, que permitió el uso de sus espacios para la realización de actividades con los vecinos.

Luego de esta experiencia, se acordaron cuáles serían los grupos prioritarios para este proyecto, en donde además se definió participativamente el tipo de actividades que se realizarían. De este modo, se acordó que el trabajo se realizaría con niños/as y adolescentes de dicha comunidad, de modo de trabajar las dificultades emocionales que arrastraban desde el siniestro.

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