Cuando comenzó el mes de diciembre se supo de la promulgación de la ley N°21.778 que obliga a todos los establecimientos educacionales del país a promover al menos 60 minutos diarios de actividad física, cumpliendo así con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Un hecho que, sin duda, marca un hito en las políticas de salud pública y educación integral.
Para hablar de esta importante iniciativa en materia de salud física para niños/as y jóvenes, en el último podcast Bitácora Social de la temporada -capítulo N°47- se dialogó con Sergio Toro, académico del Departamento de Educación y jefe de la Carrera de Pedagogía en Educación Física. Una carrera que abrió sus puertas en marzo de este año 2025, junto a la carrera de Pedagogía en Educación Especial.
La propuesta busca garantizar que los estudiantes desde educación parvularia hasta educación media, realicen alguna práctica física dentro de los establecimientos educacionales, consistente en ejercicios de alta o baja intensidad, de carácter formativo, lúdico, no profesional, integrativo y no discriminatorio, durante toda su jornada escolar.
Para Sergio Toro es una gran noticia, pero al mismo conlleva un gran desafío de ejecución. “Actividad física”, según el académico, es cualquier esfuerzo físico y gasto de energía, sin embargo, el caso humano tiene una particularidad energética y es que su acción requiere de un sentido. Lo fundamental es que la ley constituye una oportunidad para que las comunidades educativas se recreen y se junten, contemplando sus factores culturales, territoriales y contextuales.
Entre las principales características de la ley destacan las siguientes: 60 minutos diarios obligatorios de juegos activos (educación parvularia) o actividad física (educación básica y educación media); no reemplaza la asignatura de Educación Física, sino que complementa la jornada educativa; promueve la integración pedagógica a través de metodologías activas en otras asignaturas, recreos y transporte escolar. Habrá inclusión garantizada para estudiantes con discapacidad y necesidades educativas especiales, formación continua para profesionales y asistentes de educación y no se incurrirá en nuevos gastos para el Estado, integrándose a planes de gestión existentes.
Respecto de la implementación de la ley, será gradual desde 2027 y entrará en vigencia en dos etapas: Una primera etapa en 2027 que contemplará a la Educación Parvularia hasta 4° Básico, y una Segunda etapa en 2028 que abarcará desde 5° Básico hasta 4° Medio.
Al respecto, el jefe de la carrera de Pedagogía en Educación Física considera crucial la diferenciación de actividades según nivel educativo y rango etario. En este sentido, a nivel de educación parvularia debiera reflexionarse en torno a por qué es tan gravitante el juego.
“El juego tiene que ver con placer y agrado, pero hay una distinción sutil o “rara” con la danza para los/as niños/as. Nosotros como adultos también debiéramos practicar la danza y el juego. Hay allí una presencia plena -como se dice-, donde se liberan endorfinas, dopaminas y serotoninas, que nos generan una experiencia diferente y eso nos adhiere a una vida activa, pero también a un descanso saludable”, puntualizó.
Las comunidades educativas debieran valorar y evaluar lo anterior y promover “actividades que permitan encontrarse con sentido para la comunidad, diferenciándose de acuerdo con intereses comunes entre quienes les interesa el circo, el patinaje, deportes como el vóleibol y mucho más. Lo importante es que la ley se adapte a las comunidades y no al revés. No es la actividad física en sí misma lo crucial, sino que promueva hábitos de vida activos en comunidades”, complementó.
El académico relató una experiencia muy bonita que conoció en Valdivia con niños infractores de ley, donde un profesor de Biología jugaba tenis de mesa con ellos. “El conocimiento no puede estar arrinconado, sino que extenderse y eso ayuda mucho a la convivencia. Quizás esta ley genere cambios radicales al respecto, la cual debió llamarse la ‘ley de bienestar humano’”, planteó.
“Lo más importante para mí, entonces, es que la comunidad sea la principal protagonista y desde ahí se avance, en función de una salud personal y de una salud colectiva. Que sean actividades de encuentro y desarrollo. Esto de la ‘actividad física’ suena como un remedio para mejorarse, cuando debemos cambiar los modos de vida y la conciencia sobre sí mismos que depende de las personas y su relación con otros/as”, complementó el docente.
Agregó que, si bien se requieren profesionales capacitados en términos técnicos, también deben tener un enfoque humanista. “Transformar la escuela como espacio de acción y no solo para estudiantes, sino que para profesores. No es deporte, en síntesis, es vida activa y descanso activo (con conciencia de sí)”, reflexionó Sergio Toro.
La iniciativa también, según está estipulado, promoverá la inclusión. Pero, en palabras de Sergio: “Cuando hablamos de inclusión, acostumbramos a ser poco inclusivos. Nosotros en la carrera preferimos referirnos a las condiciones motrices con las cuales nos desarrollamos. Nosotros creemos en el reconocimiento mutuo, en la legitimidad de todos los modos de vida y en la capacidad de ponernos de acuerdo en comunidad, y construir sentidos compartidos”.
Al término de la conversación, se recordó la reciente realización del X Coloquio Internacional de Investigación Cualitativa en Motricidad Humana “Motricidades (In)surgentes”, los días 09, 10 y 11 de diciembre 2025 en la facultad. Un evento que fue organizado por la Sociedad de Investigación Cualitativa en Motricidad Humana, nuestra carrera y con ello nuestra Universidad de Chile, entre otras organizaciones.
“El coloquio fue muy importante porque contó con más de 150 personas de diversos países latinoamericanos, como Brasil Colombia, Argentina y más, donde se discutieron parte de los temas que hemos hablado en el podcast. Los/as niños/as desarrollan acciones como el juego, el cual más que un pasatiempo, es una forma de construir el tiempo. Eso lo dijo otro profesor invitado al coloquio. También se hablaron de dinámicas como el fútbol, la danza y la bicitultura no solo en pos del medio ambiente, sino que también para mejorar el desarrollo de las personas. Todas las actividades orgánicas que hacemos guardan relación con las emociones y lo simbólico”, complementó.
Bitácora Social puedes escucharlo completo AQUÍ.

