
“Este trabajo comienza con una inquietud que me surgió en pandemia, producto del confinamiento y del aumento de la violencia al interior del hogar principalmente. Esto hizo que me planteara el rol de las redes sociales en este contexto, donde mucha gente posteaba inquietudes, molestias, rabia, incluso denuncias, pero que, con la proliferación de los mensajes en la web, terminaba siendo silenciado y se perdían”, destaca Cecilia Flores, artista visual y académica adjunta de la facultad de Arte. 
La obra convierte hashtags asociados a la violencia de género —como #feminicidio, #violenciamachista, #niunamenos y #violenciaintrafamiliar— en sonidos emitidos por cerámicas inspiradas en vasijas silbadoras prehispánicas. Cada vez que uno de estos hashtags es publicado en X, las piezas se activan en tiempo real, haciendo audible cómo estas violencias circulan masivamente en el espacio digital y, al mismo tiempo, cómo pueden perderse entre la sobreabundancia de información.
Respecto a esto, Flores explica que “me interesaba encontrar mecanismos que permitieran recoger, de manera directa, las denuncias y conversaciones que circulan en redes. Por eso llegué a la plataforma X (antes Twitter), que mediante sus APIs permite acceder a esa información. Seleccioné hashtags vinculados a la violencia de género, y los convertí en señales que activan el movimiento de las piezas. Estas vasijas silbadoras, que funcionan gracias al agua y al desplazamiento, representan una tecnología ancestral que se articula con herramientas digitales contemporáneas. Esta combinación entre lo antiguo y lo actual, es la base visual y sonora de esta obra”.
Este trabajo pone en evidencia una paradoja central, porque, si bien se puede hablar cada vez más sobre la violencia contra las mujeres, el exceso de información puede producir nuevas formas de normalización e invisibilización.
Carolina Franch, directora de Género de la Facultad de Ciencias Sociales, señala que “esta iniciativa es un ejercicio colectivo de reflexión sobre la violencia de género, que busca construir una ‘epistemología de la escucha’. La obra transforma esa violencia que suele permanecer ‘entre bambalinas’, muchas veces confinada al espacio doméstico, en un eco potente y audible que como sociedad preferimos no oír, pero que constituye una experiencia cotidiana para muchas mujeres. La relación entre la obra y el 25 de noviembre es profundamente significativa, porque ambas instancias abordan, desde distintos lenguajes y formatos, una misma problemática estructural: la violencia de género y los mecanismos sociales que la vuelven invisible o tolerable”.
En esta instalación, los objetos vinculados a la vida doméstica adquieren un nuevo significado. Al ser reinterpretados en cerámica, dejan de ser simples utensilios cotidianos y se convierten en soportes para una reflexión más profunda sobre las violencias que ocurren en el interior del hogar. Este gesto artístico pone en cuestión la idea de que lo doméstico es un espacio privado, y evidencia que también puede ser un lugar donde se ejercen formas persistentes de violencia que suelen quedar fuera de la mirada pública.
Pamela Farías, de la Dirección de Igualdad de Género (DIGEN), destaca que “valoramos este tipo de iniciativas, que permiten, a través de la expresión artística y las comunicaciones, reflexionar sobre la violencia de género, sus distintas expresiones y la naturalización que muchas veces se hace sobre esta problema”.
La obra incorpora parlantes exteriores que proyectan hacia la calle los silbidos y vibraciones de las piezas cerámicas. De esta forma, los transeúntes escuchan un sonido que se mezcla con el ruido cotidiano de la Alameda, mostrando cómo muchas formas de violencia pueden pasar desapercibidas o no ser reconocidas como tales.
Para Victor Letelier, jefe de Producción y Editorial de Editorial Universitaria, “es fundamental abrir espacio a iniciativas que dialogan con las problemáticas sociales más urgentes. Creemos que la cultura y la lectura son herramientas poderosas para cuestionar violencias naturalizadas e impulsar conversaciones que la sociedad necesita darse”
La exposición se puede visitar hasta el 03 de diciembre en la Librería de la Editorial Universitaria, Av. Bernardo O’Higgins 1050, 1° piso de la Casa Central de la Universidad de Chile. El horario de atención es de lunes a jueves de 9:00 a 18:00 hrs, y viernes de 9:00 a 17:00 hrs.
