En un auditorio Pedro Ortiz casi lleno, el 03 de Mayo se conmemoró el Día del Trabajo en la Facultad de Cs. Sociales, actividad organizada por representantes de funcionarios(as), dando espacio a una reflexión y participación comunitaria triestamental para hablar acerca de algunos de los principales derechos laborales que presentan desafíos hoy en día como el sindicalismo y la implementación de las 40 horas semanales de trabajo.
Como representante de funcionarios(as) de la facultad que organizó el encuentro, tanto Alejandra Cornejo como Paula Donaire, recordaron la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile. “El contexto nos obliga a detenernos en un ejercicio de memoria sobre la lucha de las y los trabajadores y trabajadoras que de forma incansable dieron la pelea por resistir y derrotar a la dictadura pinochetista. Es nuestro deber y sentir traer esas experiencias al presente, ya que su lucha y sacrificio nunca deben ser olvidados y serán ejemplo constante para seguir defendiendo y organizando espacios como estos”.
Además, “no podemos olvidar que todos los primeros de mayo, lo que se conmemora –y no se festeja– es la lucha que hace unos 137 años (1886) en las calles de Chicago, EE. UU. dieron los obreros manufactureros, a través de la huelga que instalaba el reclamo por las extensas jornadas laborales y las paupérrimas condiciones salariales que imperaban en la época, las cuales esperaban fueran mejoradas a través del levantamiento”.
Los desafíos en el mundo del trabajo siguen presentes. “No olvidar que en el caso chileno, tuvo que pasar más de un siglo para aprobar recientemente las 40 horas de jornada laboral, la cual esperamos sea prontamente extensible a las y los trabajadores del sector público. Tengan muy presente compañeros(as) que no descansaremos para asegurar y fortalecer buenas prácticas laborales. Es una necesidad avanzar en lo relativo a carrera funcionaria. No podemos dejar de lado tampoco el instalar la idea de crianza compartida y sobre todo un espacio seguro de trabajo”, complementó Paula Donaire a nombre del estamento funcionario.
Christian Miranda, vicedecano de la Facultad de Cs. Sociales, se refirió a la iniciativa local de Facso 40 horas diciendo lo siguiente: “Veo a Facso 40 horas dentro de un programa que es flexible y adaptable”, entre otras cosas.
En segundo término, “nos permite tomar el protagonismo con nosotros(as) como trabajadores(as). La idea nuestra es que la iniciativa se enmarque en un diálogo permanente. Facso 40 horas se espera que sea integradora y con mucho cuidado (en términos laborales), pues no es solo sinónimo de productividad”.
En tercer lugar, la labor que “podemos hacer es avanzar desde un enfoque individual estructural hacia uno más colectivo. La idea fundamental es que nuestras unidades donde trabajamos nos permitan reflexionar sobre espacios seguros, de encuentro, donde tanto los(as) académicos(as) como funcionarios(as) mal llamados no académicos(as) revisemos nuestras prácticas. Esto reivindica el trabajo para pensarnos como comunidad”, añadió el vicedecano.
Pasado y presente del movimiento sindical chileno
Desde la academia, el docente del Depto. de Sociología Pablo Pérez también destacó la importancia de la conmemoración de los 50 años del golpe pues, en sus palabras, resulta primordial para entender la situación laboral chilena que se remonta al Plan laboral de 1979, el cual estableció un conjunto de leyes para descentralizar la negociación colectiva y despolitizar las relaciones laborales.
Está demostrado, según Pérez, que en los países donde se hace negociación por rama, los sindicatos se estructuran de manera centralizada y al contar con una mayor cantidad de personas se alcanza una mayor capacidad de movilización. En los países de negociación por rama hay, además, mucha mayor cobertura colectiva. Respecto de Chile es, en particular, un país de bajo poder sindical y con un bajo nivel de movilización, numerosos sindicatos, pero con baja incidencia.
Desde 1990, han habito diversos intentos para modificar las relaciones laborales, pero al mismo tiempo, ha habido falta de voluntad del empresariado y gobiernos para transformar este sistema. “Normalmente, las tasas de sindicalización en otros países se han mantenido estables, pero en Chile han aumentado”, detalló Pérez.
Otro dato proporcionado por el académico de Sociología es que, en 2020, Chile es el país donde más se confía en sindicatos. En suma, a pesar del contexto desfavorable, parece existir una revitalización de los sindicatos. Una pregunta abierta es en qué medida esta revitalización se ha traducido en mayor poder sindical.
Sobre la revitalización sindical en Chile, ha sido principalmente encabezada por mujeres y del sector del comercio y servicios. Parte del crecimiento de la sindicalización en Chile ha sido, justamente, por la sindicalización femenina.
Aún quedan muchos aspectos pendientes por resolver en términos de derechos laborales dijo Pablo Pérez como el derecho a huelga efectivo; negociación multinivel/ramal; derecho a sindicalización y huelga en el sector público; rol de los sindicatos ante cambios legislativos importantes (40 horas laborales). “Creo que lo de las 40 horas es un avance, pero hay que discutir sobre la flexibilidad, entre otros puntos asociados”, comentó Pérez.
En la misma línea, el académico del Depto. de Trabajo Social e investigador de Fundación Sol, Gonzalo Durán, habló sobre los desafíos respecto del mundo sindical. “Hay un factor que tenemos que tener en cuenta y son los bajos salarios. Antes se nos decía que la desigualdad no era el problema, sino que el problema era la pobreza. Se nos ha dicho en los últimos años que la desigualdad está en la senda del control, pero nosotros tenemos otra mirada”, indicó, pues a nivel nacional el 1% concentra el 51% de la riqueza.
La mayoría de la población laboral negocia de manera individual, de modo que la negociación colectiva por rama económica es fundamental. En un sistema inclusivo más de un 70% de los trabajadores estaría protegido socialmente, por tanto, “cómo avanzar de un sistema fragmentado hacia uno inclusivo es un gran desafío, para ello es fundamental la unidad y fortalecer el sindicalismo”.