Luego del estallido social del pasado 18/O, una de las principales decisiones que adoptaron las autoridades políticas y los parlamentarios fue el inicio de un proceso constituyente que permita la construcción de una nueva Carta Fundamental. Sin embargo, esta decisión al poco tiempo fue generando nuevos requerimientos que permitan la más amplia y extendida participación ciudadana en el plebiscito del próximo mes de abril. Uno de ellos fue la posible inclusión de personas migrantes que cumplan con los requisitos legales para sufragar.
Para ello, variadas organizaciones de la sociedad civil desarrollaron acciones tendientes a garantizar la participación de personas que, habiendo nacido en el extranjero, hoy cuentan con su ciudadanía chilena y a las que el Servel no tenía consideradas en el padrón electoral. Esto desembocó en el anuncio que realizó el organismo estatal de incluir aproximadamente a 348 mil ciudadanos que estarán habilitados para ejercer este derecho.
"Es un triunfo porque hubo una lectura muy rápida del Servel diciendo que no se podía, pero esto ha cambiado en poco tiempo. Es un triunfo para la comunidad migrante sin duda”, explico Caterine Galaz, académica del Depto. de Trabajo Social en entrevista con Radio Universidad de Chile el pasado 29 de Enero. Agregó que “si están habitando un territorio, hoy pueden decidir cómo se va a manejar ese territorio, qué decisiones sociales, políticas y económicas son más prácticas para toda la comunidad. Si ellos (migrantes) son parte de la comunidad, también pueden decidir, es un derecho que no puede ser alienado de los otros derechos. No se les puede decir ‘tú tienes derecho a la salud, a la educación, pero no a votar’".
Respecto de las razones por las que la población migrantes no había sido reconocido con el derecho al sufragio, la docente que es parte del Núcleo I+D de Diversidad y Género de la carrera de Trabajo Social explicó que "no se puede negar que hay un racismo institucional, muchas veces instalado, y también un racismo cotidiano, eso lo hemos visto en muchos casos, lo más reconocible es con la población haitiana (...) No se puede cuestionar el derecho a sufragio en virtud de una ideología, no se le puede impedir el voto a nadie por la forma que tiene de pensar".
Galaz explicó que existe una coordinación y un trabajo que han impulsado varias ONG’s y otras instituciones, incluido el Núcleo de Diversidad y Género del Departamento de Trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra casa de estudios y que desarrollarán tareas de educación en torno a este proceso plebiscitario del próximo mes de abril. "Estamos organizando distintos dispositivos para que la población migrante se informe en torno a qué puede hacer en este proceso, la idea es desmitificar. Muchos de los extranjeros han desarrollado procesos constituyentes en sus países de origen, pero es importante saber qué posibilidades tienen de participar y creo que es importante para quitar posibles temores", describió.
Revisa la entrevista completa a la académica del Departamento de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales, Caterine Galaz, en el siguiente link https://bit.ly/36QzbVC.