Prof. Ma. Elena Martín Ortega y las políticas educativas:

Clon 'La educación es la puerta de la autonomía y de la libertad'

'La educación es la puerta de la autonomía y de la libertad'

Tras dos semanas de visita en la FACSO, la Doctora en Psicología, Ma. Elena Martín Ortega, académica de la Universidad Autónoma de Madrid, compartió su experiencia y mirada actual sobre inclusión escolar en la conferencia "El reto de la escuela inclusiva: dilemas en el ámbito de las políticas y las prácticas educativas". La catedrática de Psicología de la Educación expuso junto al Dr. Mauricio López, académico y coordinador del Magister en Psicología Educacional del Dpto. de Psicología, sobre las tensiones que presenta la inclusión en sus dimensiones escolares y socio-políticas.

Pensar en el rol exclusivo de la educación escolar como compensación de las desigualdades sociales y la necesidad de participación de otros actores sociales fueron parte de los ejes de la conferencia. "¿Qué pasa con las redes de salud, organizaciones comunitarias, políticas, de vivienda y laborales? Hay otros actores relevantes que no están participando tan explícita o directamente, como sociedad no les estamos reclamando esa función de participar en la construcción de una sociedad más inclusiva", señaló Mauricio López, académico del Departamento de Psicología de la FACSO.

La existencia de diversos programas de inclusión social y la nula coordinación entre éstos, produciría una pérdida de recursos, por lo que los expositores abogaron para que los programas de intervención sean más sistémicos y no prácticas aisladas. Potenciar una visión de la persona en su integridad desde una visión histórico-cultural y no bajo etiquetas como "estudiante", "enfermo" o "vulnerable", se hace imprescindible para mejorar los efectos inclusivos de políticas sociales.

El enfoque educacional inclusivo

¿Qué entendemos por una educación de calidad? Para la Doctora en Psicología, Mª Elena Martín Ortega, una escuela inclusiva y una escuela de calidad es el lugar donde se difuminan los colectivos más desfavorecidos. "El discurso de integración equipara a una educación de calidad. Es difícil definir una educación de calidad y al hacerla tan amplia el foco se puede desdibujar y se puede perder claridad acerca de que hay colectivos más desfavorecidos y que etiquetarlos es un problema, pero no llamar la atención de ello podría constituir también un problema", planteó la profesora visitante  Martín Ortega, invitada por el Magister en Psicología Educacional del Depto. De Psicología de la FACSO.

En este sentido, aparece como una tensión el dilema del diagnóstico. "Todos estamos de acuerdo que un diagnóstico estigmatiza y conlleva una mirada clínica centrada por tanto en el sujeto, con una idea de déficit pero si no se hacen este tipo de dictámenes en muchos casos la política educativa no da recursos suplementarios, tienen los recursos asociados a los diagnósticos", señaló la académica.

El enfoque inclusivo exige presencia, participación y aprendizaje, como indicadores positivos para que se de la inclusión. Así lo plantea Martín Ortega, Directora del Máster Oficial en Psicología de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, señalando que lo anterior es complejo y relativo pues por intentar cumplir con todos indicadores se sacrifiquen otros aspectos: "Los niños tienen que estar dentro del aula con las mayores condiciones de inclusión, de normalidad, pero si luego no se les está atendiendo aunque estén físicamente incluidos, están dejando de aprender quizás más de lo que podrían hacerlo".

Intervención con las familias y educación temprana para la inclusión

En su última actividad en la FACSO tras dos semanas cargadas de seminarios, María Elena Martín Ortega compartió su perspectiva acerca de las políticas de inclusión escolar actuales: "De las cosas más interesantes que me parece que se están haciendo en España es todo lo que han crecido los programas de intervención con los padres; no dar por sentado que una persona por ser biológicamente capaz de procrear es culturalmente capaz de educar. Pensar que la prevención pasa por hacer intervención con las familias específicas. Podrías llamarles políticas educativas, pero no son políticas educativas, no son instruccionales ni escolares, pero sin embargo, tienen una enorme incidencia sobre el bienestar de los hijos (as) y entre otras cosas, en su capacidad de aprovechamiento de la educación".

En el ámbito de la educación temprana la académica destaca la importancia de enfocarse en éstas ya que están a la base de un mejor proceso de inclusión y aprendizaje. "La atención temprana es una etapa esencial si se quiere la inclusión. Las políticas de infancia son mucho más amplias que las políticas escolares y si no lo son, la escuela no puede ejercer su función. Si los niños llegan con hambre a la escuela, la capacidad de influencia de ejercer educación en esos colectivos es menor", señaló.

"Tienes que coordinar políticas con las familias, de salud, que estén atendidos en otros horarios que sean solamente el tiempo estrictamente escolar porque si no están atendidos. Una política más global justo en el inicio, porque si no, hay personas que empiezan a descolgarse. La educación es la puerta de la autonomía y de la libertad pero para eso tienes que poder aprovecharla y para eso hay unos mínimos que a veces no están garantizados por factores que no son necesariamente escolares", explica la catedrática española.

Entre otras discusiones que se barajaron en la actividad, se habló sobre las dificultades y desafíos de los docentes chilenos en materia de inclusión escolar, dónde se hace necesario el trabajo y apoyo de equipos interdisciplinarios que colaboren con los docentes y contribuyan a una mejor comprensión de éstos acerca de la integración para realizar prácticas más efectivas e inclusivas.

"Hoy día los docentes no estamos preparados para generar esas adaptaciones porque nuestra formación es normalizadora, homogeneizadora, las mismas pruebas estandarizadas no nos dejan ver a formas distintas de aprendizaje. Es necesario pensar en cómo aprende el estudiante y no como yo aprendí a enseñar. Mientras la democracia no llegue a las escuelas no vamos a tener una escuela inclusiva donde todos podamos tener participación, donde escuchemos las voces de los estudiantes, de esos otros colectivos, que tienen su espertiz, su historia de vida y que pueden aportar a la escuela", señaló una docente que participó en el debate.

Otro de los temas relevantes en la discusión fueron las dificultades y las experiencias que viven los niños/as que son parte de un proyecto de inclusión escolar. En este sentido, el profesor Mauricio López señaló que, "la autoestima es una dimensión muy importante, que tiene que ver con esa dimensión más subjetiva del niño que se siente estigmatizado, denominado de una forma especial que tiene que ver con una característica ,déficit, carencia o rasgo esencial de él, que incluso de llega a denominar en las escuelas los niños PIES. El "bullyng", la discriminación y burlas tienen un efecto muy profundo en su auto-percepción de sus competencias de aprendizaje. La diferencia desde el enfoque de la inclusión se plantea como principio, que se valore la diversidad y se consideren esas diferencias de los niños y de los seres humanos como valiosas."

Por último, la inclusión también se plantea como una oportunidad para que los niños aprendan desde pequeños a ver las diferencias como algo consustancial a las personas. "El cambio de ver esa diferencia como un valor, un recurso, como algo que nos puede enriquecer, es un cambio muy significativo en la forma que entendemos no solamente la educación sino la vida en sociedad", concluyó el académico Mauricio López que coordinó las actividades de la profesora visitante en el marco del Proyecto Bicentenario.

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