Se trataba de un congreso latinoamericano de proporciones, en el que se esperaba a más de mil asistentes de toda Latinoamérica y algunos países de Europa, y para el cual se había organizado una nutrida agenda de actividades académicas entre varias instituciones.
Tras seis días de sesiones, y según comentaron los organizadores y buena parte de los expositores, el Tercer Congreso Latinoamericano de Antropología, ALA 2012, cumplió a cabalidad con las expectativas de reflexión en torno a la disciplina.
Y el desafío no era fácil, pues implicó la coordinación de 42 simposios, 7 mesas redondas, 6 conferencias magistrales, 4 paneles, 2 coloquios, 6 muestras de cine antropológico organizada por el equipo del Archivo Etnográfico Audiovisual de la Universidad de Chile y la presentación de la Revista Il Quattrocento, de los estudiantes de esa Casa de Estudios. Todo, ejecutándose en forma paralela en cuatro sedes.
"Muchos asistentes valoraron el altísimo nivel de las ponencias y la variedad y especificidad de algunos de los temas que se abordaron, los contenidos, que es lo realmente importante de todo encuentro internacional académico. Quedaron muy satisfechos también de haber podido tener la posibilidad de ir a alguna de las conferencias magistrales de los profesores que invitamos; las salas donde se presentaron ellos se llenaron", comentó el Prof. Francisco Osorio, Secretario Ejecutivo del Congreso.
Ese fue el caso, por ejemplo, de la conferencia del antropólogo inglés Tim Ingold, titulada "Making: Anthropology, archaeology, art, architecture", que fue seguida directamente por más de 250 asistentes que repletaron el auditorio del GAM, además de decenas de interesados que no lograron ir al Centro Cultural y escucharon la conferencia vía streaming.
Gran interés despertaron, asimismo, las charlas de Carlos Reynoso "Redes, complejidad y antropología: nuevos fundamentos, malentendidos y posibilidades"; de Alicia Barabas "Los territorios indígenas vistos desde la antropología simbólica"; de Miguel Alberto Bartolomé "Los indios imaginarios: problemas del diálogo intercultural en la sociedad plural"; de Gunther Dietz "La antropología latinoamericana ante los desafíos de la diversidad" y la de Esteban Krotz, titulada "Desafíos en la formación de antropólogos en Latinoamérica".
En efecto, el ALA 2012 implicó una coordinación de largos meses entre los Departamentos de Antropología de la Universidad de Chile, Universidad Católica de Temuco, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Universidad Arcis, Universidad Alberto Hurtado, Universidad Austral de Chile y Universidad de Concepción, además del respaldo de la Asociación Latinoamericana de Antropología (ALA) y el Colegio de Antropólogos de Chile.
El estado de la Antropología en AL
Tal como se previó en la inauguración del Congreso el pasado 5 de noviembre en el Teatro de la Universidad de Chile, el ALA 2012 se transformó en una oportunidad para cuestionar en forma conjunta el rol que la Antropología ha estado desempeñando en el último tiempo, surgiendo en ciertos casos visiones discrepantes que ayudaron a enriquecer el análisis.
"La antropología ha tenido escasa reacción a algunos fenómenos como las redes sociales. Los tiempos nos están pidiendo recuperar el espíritu que alguna vez tuvo la antropología; no resignarse a sepultarla, sino a repensarla. Me he referido al "obituario de la antropología" y a la "crónica de una autopsia", pero creo que la antropología aún tiene mucho que ofrecer", comentó del Prof. Carlos Reynoso.
"La antropología está estancada siendo que es una disciplina dinámica: cada vez crece el número de especialidades pero éstas deben ser abordadas con teorías y metodologías propias de la antropología, no de otras áreas", añadió la Prof. Alicia Barabas al criticar la existencia de modas que hacen pensar que ciertos temas, como el análisis de parentesco o la territorialidad, ya no sirven, cuando en realidad sí son importantes de considerar.
"Hay un riesgo de perder la especificidad disciplinar. Es necesario una antropología comprometida con el mundo contemporáneo pero que recupere su tradición histórica. La antropología ha buscado abrirse a otras disciplinas pero hay poca capacidad de filtrar los discursos externos", sostuvo a su vez el Prof. Miguel Alberto Bartolomé, llamando a los asistentes a no dejarse "embobar" por postulados que han dictaminado otras ciencias pero que antes ya han sido abordados por la antropología.
"La antropología debe estar abierta a otras disciplinas pero también puede servir de puente entre otras ciencias que, de lo contrario, no se entenderían", añadió Reynoso.
Disciplina más cerca de la sociedad
Tanto el Colegio de Antropólogos de Chile como la Asociación Latinoamericana de Antropología coincidieron en la necesidad de ubicar a esta ciencia en un lugar más protagónico en la sociedad y más cercana a las personas.
"Debemos aspirar a una antropología en movimiento y pensar cómo trabajar más con la gente, cómo incidir más en las políticas públicas y ayudamos a modificar el mundo que nos rodea", puntualizó el presidente del Colegio de Antropólogos de Chile, Luis Campos.
"El gran reto que tenemos es formalizar redes de investigación y discusión que nos permitan tener mayor resonancia en los espacios donde se construyen las políticas públicas de nuestros países. Somos una disciplina preparada para explicar y abordar desde múltiples acciones los profundos problemas padecen nuestras sociedades", añadió la presidenta de la Asociación Latinoamericana de Antropología (ALA), Margarita Bolaños.
En esa línea, el Congreso consideró un análisis respecto a temas específicos de la ciencia pero también otros más transversales como la educación y la salud del continente, la migración, los derechos humanos, los movimientos sociales, la cosmovisión indígena, la territorialidad, las identidades, el patrimonio cultural, la desigualdad, la discriminación, la violencia y la pobreza.