Una reflexión multidisciplinar sobre el “cuerpo” es lo que abordará el Tercer Coloquio Chileno-Francés en Psicoanálisis y Ciencias Sociales que se realizará en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, los días 24 y 25 de octubre.
El coloquio es organizado por el Programa de Estudios Psicoanalíticos: Clínica y Cultura, el Laboratorio Transdisciplinar en Prácticas Sociales y Subjetivas, LAPSOS y el Magister en Psicología Clínica de Adultos. La actividad contará con la realización se mesas de discusión y talleres cuyo objetivo es la reflexión, difusión e intercambio entre académicos y profesionales chilenos y extranjeros como Pierre-Henri Castel (Universidad Paris Descartes), Dereck Humphreys (Universidad Aix Marsella), François Pommier (Universidad de Paris Ouest - Nanterre – La defénse), Ilana Mountian (Universidad de Sao Paulo) y María Cristina Vicentin (Pontifícia Universidade Católica de São Paulo – Brasil).
Los investigadores- cuyos trabajos provenientes desde diversas experiencias y perspectivas disciplinares como el psicoanálisis, la sociología, la antropología y la medicina, entre otras- abordarán problemáticas que el cuerpo instala en el marco de la relación entre subjetividad, política y cultura.
El cuerpo es el espacio donde la vida se encuentra sometida a inscripciones e imperativos de las condiciones políticas contemporáneas, de ahí la importancia de revisar los diversos abordajes que allí se inscriben. “Las dinámicas de dominación y control social, en sus diversas formas históricas, siempre han tenido repercusiones sobre el cuerpo, de un modo u otro: dándole muerte, torturándolo, restringiendo sus placeres, transformándolo en agente productivo, o gestionando su vida. Lo propio del neoliberalismo tendría que ver con una gestión "empresarial" del cuerpo”, explica Danilo Sanhueza coordinador del Coloquio.
La diversidad multidisciplinar de los expositores responde al entendimiento de que no existe "un" cuerpo, reconocimiento que da el puntapié inicial al psicoanálisis. De ahí que – explica Sanhueza- son al menos dos ejes los que atraviesan las distintas mesas del coloquio: Clínica y Cultura, con el fin de mostrar “cómo la práctica clínica en psicoanálisis no se desentiende de las dinámicas socioculturales en las cuales los sujetos se inscriben históricamente, pero tampoco se cierra a pensar que todo en el sujeto es producido linealmente a partir de ellas. El psicoanálisis siempre reconoce acá algo del sujeto que es radicalmente singular”.
Invitados internacionales el quehacer en la clínica
El equipo de psicoanálisis de la Universidad de Chile posee una larga historia de intercambio con sus pares franceses. François Pommier y Patrick Guyomard ya habían visitado la Universidad de Chile, mientras que con Pierre-Henri Castel el equipo de psicoanálisis ya había intercambiado experiencias en el ámbito de la investigación. “Álvaro Jiménez, investigador de LaPSoS, realiza sus estudios de doctorado en el Laboratorio al cual Castel pertenece en Francia. Derek Humphreys es una de nuestras contrapartes en un proyecto de cooperación ECOS-CONICYT que está vigente en la actualidad. Con las profesoras invitadas de Brasil tenemos una historia un poco más reciente, pero no menos fructífera, ya que formamos parte de la misma red internacional Tavistock de estudios sobre adolescencia”, explicó el coordinador del Coloquio.
Para generar espacios de mayor reflexión y puesta en común de experiencias sobre el trabajo clínico, durante el coloquio se realizarán cuatro talleres: Violencia y sexualidad, Clínica y antropología, Intrincación pulsional y construcción de la imagen corporal y Cuerpo y práctica psicoanalítica.
“Esperamos que esto aporte al coloquio en la medida que dicha experiencia pueda ser compartida con los asistentes, que a su vez, podrán intercambiar a partir de sus propios ámbitos de trabajo. Este aspecto es especialmente importante en psicoanálisis: no todo lo que se produce en la práctica clínica puede pensarse desde la "teoría pura". La clínica psicoanalítica tiene una dimensión artesanal, en el mejor sentido de esa palabra. Es un oficio”, explicó Sanhueza.